La función de una llanta de refacción es servir como sustituto temporal a los neumáticos de uso normal en caso de una pinchadura o avería de alguno de ellos. Aunque están diseñadas para rendir más de 100 kilómetros, es aconsejable que sean cambiadas de inmediato. 

Cada neumático de repuesto brinda diferentes propiedades de acuerdo con su tipo. Existen diversos tipos de llantas de refacción:

  • Llantas iguales a las originales (de tamaño completo).
  • Llantas del mismo tamaño, pero con diferentes características que la hacen más ligera o práctica.
  • Llantas de tamaño compacto (tipo galleta).

Cada tipo de llanta de refacción cuenta con distintos atributos, ventajas y desventajas por lo que es conveniente que conozcas el tipo de neumático con el que cuenta tu auto.

En cualquier caso, la función de una llanta de refacción es brindar auxilio en caso de emergencia, de manera temporal y únicamente para llegar a tu destino.

NO SE RECOMIENDA USAR LA LLANTA DE REFACCIÓN POR UN LARGO PERIODO. ESTAS SON LAS RAZONES:

  • El soporte no es el mismo. Cuando una llanta es más pequeña que las demás, se genera un desgaste mayor en ella y la maniobrabilidad en el vehículo disminuye.
  • Inestabilidad de tu auto. Una llanta de refacción de tamaño compacto, por razones prácticas, es más delgada y pequeña, por lo que se desbalancea el vehículo.
  • Tiene menor adherencia. Por su delgadez, este tipo de llantas no brindan la adherencia óptima.
  • Menor capacidad de frenado. El conjunto de lo anterior genera dificultades al momento de frenar, por lo que es recomendable tener esto en cuenta.